Se deben tener muchas cosas en cuenta a la hora de ahorrar para el futuro. Lo fundamental es empezar a ahorrar cuanto antes e incrementar el ahorro. Nadie puede controlar las tasas de interés, ni predecir con exactitud qué sucederá en el mercado bursátil. Sin embargo, la decisión de cuándo empezar a ahorrar y cuánto está en sus manos.
Los valores acumulados que se exponen más arriba suponen una tasa de rentabilidad del 5%.
Comience a ahorrar lo antes posible y el tiempo jugará a su favor. Sus ahorros se irán incrementando y cuanto más tiempo mantenga sus fondos invertidos, más tiempo se beneficiará del poder de la capitalización de intereses. Usted gana intereses sobre lo que ahorró y también sobre lo que ya ganó. Piense en la Regla del 72: el valor del dinero prácticamente se duplica cuando la tasa de interés multiplicada por la cantidad de años es igual a 72. Un valor inicial se duplica en 12 años si usted gana intereses a una tasa del 6% y en 14 años y medio si la tasa es del 5%.
Una de las formas más sencillas de adoptar un hábito de ahorro es participando en el plan 401(k) de su empleador. Los fondos se retienen de su salario y se depositan en su cuenta. Además, si su empleador efectúa aportes adicionales al plan por un monto que equipare parcialmente el de sus aportes, usted acumulará más aún. Otra forma de ahorrar en forma sistemática es a través de un programa de transferencia automática de ahorros con su institución financiera. Usted decide el monto y la fecha en la que desea que se transfieran fondos de su cuenta corriente a su caja de ahorro. También puede utilizar un plan de deducción salarial de su empleador y obtener los mismos resultados.
Además del monto y la frecuencia de sus ahorros, la rentabilidad que generen sus fondos determinará el ritmo al que crecerá su dinero. Usted no puede controlar lo que sucede con las tasas de interés ni con el mercado bursátil, pero sí puede contemplar distintos tipos de vehículos de ahorro que generan distinta rentabilidad. El más sencillo es adquirir certificados de depósito a plazo fijo (CD), en lugar de dejar los fondos depositados en una caja de ahorro. Por lo general, los CD ofrecen tasas de interés más altas, pero son depósitos a plazo fijo y están sujetos a recargos por retiro anticipado.
Si el hecho de no poder acceder a los fondos inmediatamente no le representa un inconveniente, los CD pueden ser un vehículo de ahorro atractivo.
Una última idea de ahorro inteligente es utilizar una Cuenta Individual de Retiro (IRA) tradicional. Usted puede abrir una cuenta IRA tradicional, independientemente de sus ingresos y de si tiene o no derecho a participar en el plan de jubilación con beneficios impositivos de su empleador. Para 2010, usted puede aportar hasta $5000 ó $6000 si tiene 50 años o más. Uno de los beneficios de las cuentas IRA es que permiten diferir el pago de impuestos sobre las ganancias generadas por la cuenta. Este beneficio tiene el efecto de incrementar su rentabilidad. Usted no paga impuestos hasta que retira los fondos, con sujeción a una penalidad si los retira antes de cumplir 59 años y medio.
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